La variedad de artículos y aplicaciones plantean grandes exigencias a las pinzas, especialmente cuando se trata de sujetar las piezas con el subhusillo, que forma parte del torno. Las tareas de este husillo secundario consisten, entre otras cosas, en apretar y sujetar las piezas de trabajo para poder procesar la parte posterior. A menudo, esto da lugar a marcas en la superficie girada, que no están permitidas. En este caso, hay que modificar el diseño de las ranuras de las pinzas.
La modificación de la geometría de las ranuras no solo minimiza las marcas, sino que también cambia la acción de las fuerzas de apriete, lo que conduce a una mejor redondez del componente. La anchura de las ranuras es de 0,25 mm a 0,3 mm, pero puede reducirse a 0,1 mm si es necesario. Además, la recogida de virutas se reduce considerablemente, ya que la pinza se cierra casi por completo.